Los arquitectos Rodolfo Kaufhold y Hernán Molina tuvieron la misión de convertir la cafetería de esta empresa en un área que no sólo sirviera para almorzar, sino que además se usara para fomentar interacción.

De esta forma, los usuarios ahora pueden acceder a herramientas que les permiten trabajar de manera dinámica y ágil; así como tener espacios de reflexión que generen ideas.

El mobiliario jugó un rol protagónico, ya que se usó para generar más divisiones, micro espacios y diferentes intenciones en cada área. Algunos de los escogidos por los arquitectos fueron los sillones modulares de Ares para configurar los espacios, las sillas Dragonfly de Segis, en sus versiones clásica y taburete, el Privee de Ares que permite generar una instancia de conversación más privada, y las icónicas sillas Little Perillo de Züco by Dauphin.
Finalmente, todas las piezas construyen ambientes con diferentes propósitos y funcionalidades, que cumplen el objetivo de generar trabajo en equipo  y favorecer un ambiente de colaboración y trabajo en equipo.